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Una fábula sobre la Venezuela de hoy, por Rodrigo Blanco Calderón, elautor revelación en la literatura latinoamericana de los últimosa?os.«Estoy convencido de que todo el mal del mundo empieza en ellas.En las palabras.»Caracas 2010. La crisis energética es aprovechada por el gobierno revolucionario para decretar cortes eléctricos que,durante horas, funden a negro todo el país. En esos lapsos de tiempo,Venezuela parece retroceder en la historia hacia una nueva Edad dePiedra que se filtra por todas las rendijas. En medio de estaatmósfera, dos amigos, un escritor frustrado y un psiquiatraacostumbrado a involucrarse en la vida de sus pacientes, conversansobre una serie de crímenes ocurridos en el último a?o.Pedro Álamo,otro de los personajes de esta novela polifónica, busca obsesivamenteen los juegos de palabras -los que crea y los que sue?a de su admirado Darío Lancini- la clave para entender el desquiciado mundo en el quevive. Como si buscara convertir la realidad en algo diferentecambiando el orden de los elementos que la forman, intentandoencontrar así su exacto significado.Literatura, rock, sue?os,violencia, política, amor, ausencias y miedos se entremezclan en lamente de los protagonistas. Abren laberintos, crean encrucijadas yproducen cortocircuitos vitales. Con esta historia en la que todoparece caminar al borde del delirio. Donde la Venezuela actual se vereflejada en un espejo atravesado por sombras apocalípticas y sushabitantes se enfrentan al destino que les aguarda inexorable, seaeste el cumplimiento de sus obsesiones o la muerte.Sobre el autor seha dicho...«Utiliza recursos de ironía, parodia, juegos de lenguaje. Ofrece unalectura profunda donde explora la escritura y el dilema de lacreación.»Jurado del Concurso de Cuentos de El Nacional«Al leer los relatos deRodrigo Blanco Calderón uno alberga la nostalgia por esos días yaremotos en que uno leía por leer, en que uno leía porque se leantojaba y lo que se le antojaba, al punto de desarrollar una fruición por la literatura que cualquiera asociaría a una adicción.»El Mundo, Venezuela